Queridos Lectores
ya ha pasado lo peor, o
eso es lo que al ganador de las ultimas elecciones generales le
gustaría que los ciudadanos pensaran. El señor Rajoy se nos vendió
como el caballero de brillante armadura que venia a rescatarnos de
los males económicos y sociales que nos rodean. Todo ello a base de
seguir con la misma política de vasallaje y pleiteara hacia los
poderes exteriores que tan buenos resultados nos a traído con el
gobierno anterior, supuestamente de izquierdas y contrario al PP.
Quizás el señor de las barbas incluso nos apriete mas las tuercas
gracias a la impunidad otorgada por su mayoría absoluta obtenida
solo con un cuarto de los votos de los españoles.
Aunque he de reconocer
que el ascenso al poder de las hordas neoconservadoras del partido
del aguilucho, perdón de la gaviota, me aterran también hago saber
que el difunto PSOE no me da ninguna pena. Ellos fueron los que no
quisieron reconocer la crisis cuando les estaba mordiendo el culo y
lo peor, rompieron casi todas sus promesas y avances de tendencia
social demócrata, acabaron como todos los demás partidos europeos
integrantes de partidismo se vendieron totalmente a sus amos, sin
remordimientos y sin buscar la aprobación de la gente que iba a
sufrir las consecuencias de tan brutales recortes. Quizás en el caso
del PSOE los recortes sean peores porque se supone que ellos están
para ayudar a la clase obrera como su nombre indica. Pero al final y
al cabo muchos llevábamos tiempo diciendo que eso no era izquierda
sino una derecha descafeinada.
Pero no os confundáis
aunque hallamos cambiado de cara, las manos en la sombra siguen
siendo las mismas. Y en algunos países ya han decidido que la
democracia aunque falsa es peligrosa, por tanto se han instaurado
dictaduras económicas que obedezcan ordenes sin rechistar. Primero
han sido Italia y Grecia, si todo sigue como el culo y el señor
Rajoy no se atreve a recortar salvajemente el sistema de bienestar,
vendiendo hasta a su madre en el proceso, quizás los siguientes en
tener un dictador impuesto por Goldman Sachs seamos nosotros.
Aunque no hay mal que
por bien no venga. Si nuestro nuevo presidente del gobierno decide
meter la mano hasta el hombro, esto generara mas pobreza y paro, que
a su vez generara más descontento y polarización, lo que llevara a
mas gente a la calle. Porque si bien el movimiento 15m ha tenido un
éxito relativo, este necesita más masa critica para cambiar las
cosas. Y aunque creo en los partidos minoritarios y en su ansia de
cambiar las cosas en las urnas, cada vez veo mas lejos esa
oportunidad. Solo salir a la calle, junto a la desobediencia civil
pueden traer a sus pies a un sistema corrupto, blindado contra
posible injerencias democráticas. Y los partidos políticos
minoritarios se tienen que juntar y junto al 15m y otros movimientos
empezar una avalancha que entierre un sistema permitiendo a otro más
democrático y justo tomar su lugar. Y ya de paso, no estaría mal
pasarnos por la piedra al capitalismo que nos ha dejado en esta
situación.
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