Queridos Lectores
Ya ha pasado mas de un
mes desde que las calles de Londres y otras ciudades británicas
ardieran. El furor castigador del principio por parte del gobierno y
de los jueces ya se esta relajando, y en las zonas afectadas las
labores de reconstrucción ya están bastante avanzadas. Así que
cual son las conclusiones y moralejas que este agosto de infierno
(por los incendios, que no por las temperaturas) nos ha dejado.
El gobierno al poco de
llegar dejo dos cosas claras: 1º que iba a ir a la cárcel hasta el
perro de San Roque y 2º que los cortes a la policía iban a seguir
adelante.
Los señores jueces
decidieron ser presionados por el gobierno y decidieron dar penas de
cárcel tan ridículas como obscenas: 3 meses por acepar unos
pantalones cortos robados, 1 mes por robar una botella de agua, 4
años por alentar e intentar organizar (fallidamente) disturbios y
saqueos. Esto sobretodo pasaba en las grandes ciudades, en los
juzgados más pequeños la gente era castigada con trabajo
comunitario o una simple reprimenda.
Pero los medios son muy
olvidadizos y la opinión publica más. Y a estos primeros se les ha
olvidado seguir informando cuando las primeras apelaciones han
empezado a surgir. Estas como ya habían previsto muchos abogados han
rebajado las penas o las han quitado por completo. Por lo que tanta
dureza mediática por parte de políticos, jueces y otros
comentaristas (medios de derechas) al final han quedado tan vaciás
como las palabras que salían de su boca durante los acontecimientos.
Los ayuntamientos
también han amenazado con echar a los alborotadores y saqueadores de
sus viviendas de protección oficial incluidas las familias de estos,
aunque no hayan tenido nada que ver.
Si esto llegara a pasar
lo único que harían es pesarle la patata caliente a otra alcaldía
que tendría que acogerles porque no se les puede dejar en la calle.
La policía, mientras
tanto, apenas a conseguido atraer mas apoyo hacia su causa. Pero el
mayor perdedor de todos y con diferencia es el alcalde de Londres.
Boris Jonhson, el cual tuvo una desastrosa actuación y fue abucheado
por los ciudadanos allí donde había habido los altercados.
Este inepto político,
que encandilo a muchos con su verborrea y su aspecto estrafalario, se
encuentra 20 puntos por detrás de el anterior alcalde de Londres Ken
Livingston en las encuestas sobre las elecciones a Alcalde que se
celebraran en la primavera del año que viene.
Mientras tanto la vida
a vuelto a la normalidad y todo parece (para los no afectados) como
el sueño de una noche de verano.
Si hay una moraleja es
que como en los disturbios de décadas anteriores, nada ha cambiado,
al menos no palpablemente. Esto nos da una probabilidad de casi un
100% de que volverá a ocurrir, seguramente mas temprano que tarde.
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