Apocalipsis a la japonesa

Queridos Lectores

Con la que estaba cayendo y ahora llega Japón. A pesar de las decenas de miles de muertos debido al terremoto y subsiguiente tsunami, lo que nos tiene en vilo y asusta con un miedo arraigado a nuestro subconsciente desde Chernobil, son los diversos fallos en una de las centrales nucleares más antiguas del país nipón. Mientras la situación es para estar preocupados, los diversos medios de comunicación (sobre todo los periódicos) se están dedicando a llenarnos de pavor gracias a su sensacionalismo barato. Cada nuevo titular nos vende la catástrofe como inminente o como ya acaecida. En realidad, si miras dentro de la noticia todos acaban diciendo lo mismo y utilizando las mismas fuentes, las cuales están lejos de decir que “el Apocalipsis va a llegar”. Pero en este tiempo donde la desinformación vende más que la verdad, los medios prefieren meternos el miedo por los ojos, y para mayor inri nosotros lo compramos sin pensarlo dos veces.

Si bien es cierto que los Japoneses no se fían de lo que su propio gobierno les cuenta, tampoco creo que vaya a solucionar mucho generar una ola de miedo y ansiedad. Por lo menos la población japonesa a demostrado como se debe comportar uno cuando algo tan horrorífico como la tragedia ocurrida en el país del sol naciente. No hay peleas, ni saqueo, ni caos. La gente no se lanza a comprar compulsivamente por si las moscas y las comunidades se ayudan unos a otros. Me gustaría ver eso en Europa, cuando en Londres la gente se lanza desesperada al supermercado porque caen dos copos de nieve y se cierran las carreteras dos días.

Pero no hay mal que por bien no venga, por lo menos a dictadores y aquellos que los apoyan. Como las cámaras ya no están 24/7 encima de las dictaduras y de aquellos que protestan contra ellas, los déspotas han decidido avanzar en la violencia contra sus ciudadanos. Bahrein ha decidido llamar a sus amigos saudíes para ayudar a “apaciguar” a las protestas ciudadanas. Y aquí de nuevo entran las contradicciones de occidente. Mientras se discute y debate si entrar en Libia por que Gadaffi esta masacrando a su población usando al ejercito, nadie dice nada sobre el ejercito y policía de Arabia Saudí y de los Emiratos Árabes, entrando en el país isla del golfo Pérsico para ayudar a imponer la ley marcial de 3 meses que el rey ha impuesto.

Claro que los EE.UU no puede decir mucho al respecto, ya que su 5ª flota tiene su base allí. Ademas gran parte de su deuda, ademas de sus mayores inversores pertenecen o son Saudíes.

Con un futuro incierto, ya sea por una posible explosión nuclear, una revuelta globalizada, la implosión de la economía, o el calentamiento total del planeta, una cosa es cierta: los medios de comunicación estarán allí para desinformarnos.