martes, 29 de marzo de 2011

De las palabras a los hechos.

Queridos Lectores

 

El hombre no puede vivir solo de palabras, por lo tanto era necesario pasar a la acción. No me he unido a ningún grupo revolucionario, ni al frente Zapatista, he ejercido uno de los derechos más básicos entre de los derechos humanos. Me reuní con un grupo de gente, unos 500.000 más o menos, y salimos a la calle a protestar por la supervivencia del estado del bienestar. Esto fue, claro esta, en Londres, durante todo el 26 de marzo. Este gran grupo lo formaban gente de todas las clases, colores, edades, etnias y lugares de la geografía británica. Los sindicatos después de varios meses de amenazas de posibles acciones, habiendo dejado a los estudiantes ser la avanzadilla en las protestas y tumultos ocurridos en los meses de noviembre y diciembre, por fin llamaron a las armas con una mega protesta para averiguar cuanto seguimiento tendría, pero sobre todo para saber el apoyo con el que contarían de llevar a cabo acciones más arriesgadas que una simple manifestación.

 

Cuando la marcha principal estaba acabando (o hubiese debido estar acabando), otro grupo de protesta, que actuá en contra de la evasión de impuestos y fraude al fisco por parte de las grandes empresas y millonarios del país, reunió a unos pocos cientos/miles de protestantes de carácter más activo/agresivo, más lo primero que lo segundo, y se dirigieron a otros puntos de la ciudad para llamar la atención sobre los beneficios fiscales de algunas entidades. Entre estos sitios estaban sobre todo Top Shop, Barcleys, Santander, Vodafone, Primark y, en el que hubo el mayor alboroto de todos, Fortum and Mason (allí también estuve yo), una tienda para ricos que se oculta detrás de una organización caritativa pero que también se dedica a extraviar pagos al fisco. El modus operandi de este Grupo llamado UK Uncut (Reino Unido sin cortes) es la ocupación pacifica de estos lugares públicos, hasta que los jefes del comercio/ banco se cansan y tienen que cerrar o las cámaras de los medios de comunicación se presentan.

 

Hubo un grupo todavía menor, los cuales se autoproclamaban anarquistas, que decidieron que la ocupación se les quedaba pequeña así que la emprendieron con las lunas y escaparates de estos sitios. Gracias a ellos la policía no se aburrió y decidió meter dentro del saco de delincuencia a todos, ya fueran violentos o solamente pasaran por allí (esto paso literalmente). Así que una parte del centro de Londres llamada West End se convirtió en el campo de batallad con varios descerebrados de uno y otro lado. Aunque si he de decir la verdad, tampoco me quita el sueño que más de un banco tuviera que cambiar alguna luna o parte del mobiliario, total, gracias a nosotros no es que les falte el dinero.

 

Como no, la policía fue fiel a su estilo, que no a sus promesas, y utilizo su técnica mas famosa llamada kettling, de la cual me libre por los pelos, en la que arrinconan a un grupo de protestantes y no les dejan ir a ninguna parte. Según la policía ellos no hicieron eso, pero las cámaras dicen lo contrario.

 

Lo más importante es que cientos de miles salieron a la calle a protestar contra los recortes draconianos que con el mantra del déficit público han conseguido llevar a cabo, pero que en realidad solo responden a ideologías neoliberales y conservadoras que quieren un estado muy pequeño para que no pueda parar a los monopolios capitalistas, permitiendo que estos se hagan más ricos cuando los demás nos volvemos más pobres. Mucha de esta gente nunca antes había salido a una manifestación y otra mucha estaba totalmente despegada de la política. Esto significa que el gobierno conservador a conseguido que gente a la que normalmente no le importan estas cosas, halla tenido miedo por ellos y por sus hijos de perder lo que entienden como algo básico en un estado del bienestar.

 

También significa que ahora los sindicatos y otras organizaciones tienen luz verde para llamar a huelgas y desobediencias civiles sin miedo al fracaso, lo cual me da a entender que voy a tener una primavera/ verano muy movido.

 

Mientras tanto en España, con los sindicatos claudicando ante el ejecutivo, y con la política sumido en el bipartidismo más estúpido, la gente sale a la calle a protestar porque no le dejan fumar en los bares, pero no porque le están quitando el dinero con que pagar los cigarros o la sanidad para que le cure el cáncer que estos le darán.

1 comentario:

  1. Una sociedad totalmente desarticulada como la española, a nivel civil, es incapaz de activar ningún tipo de protesta. Si además los sindicatos, una de las pocas asociaciones civiles del país son organizaciones gubernamentales que dependen de las subvenciones del estado pues apaga y vámonos.
    Dale duro y diviértete por Londinium, mientras por aquí la vida pasa igual.

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